MONTERREY, México (AP)1/6/2004 _ El presidente mexicano Vicente Fox y su colega estadounidense George W. Bush asumieron hace tres años en sus cargos como amigos cercanos, pero esos lazos se deterioraron después de los ataques terroristas del 11 de septiembre que desviaron la atención de Washington desde un acuerdo de inmigración hacia mayores medidas de seguridad. Las relaciones se tensaron aun más cuando Fox se negó a apoyar la guerra en Irak, y Bush se rehusó a impedir que un mexicano fuera ejecutado en Estados Unidos. Pero ahora esos momentos difíciles parecen haber pasado. El miércoles, Bush propondrá cambios a las leyes de inmigración para permitir que trabajadores mexicanos ingresen a Estados Unidos si tienen trabajo. El anuncio tiene lugar cinco días antes de que Bush se reúna con Fox durante la Cumbre de las Américas que se realizará entre el 12 y el 13 de enero en esta ciudad del norte de México. Y aunque los dos líderes muestran ahora su amistad, grupos que aconsejan a los inmigrantes se mantienen cautelosos. Critican el plan de inmigración de Bush como un intento de conseguir el voto latino. "Si Bush fuera serio con la reforma de las leyes de inmigración de Estados Unidos, podría considerar la legalización de más de ocho millones de inmigrantes ilegales que viven en Estados Unidos", manifestó Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición de los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Angeles